El Marcel·lí és un nen com qualsevol altre, però pateix una curiosa molèstia: es posa vermell sense cap motiu. I no sap per què. Un bon dia coneix l’Arnau, que també pateix una curiosa molèstia: esternuda sense motiu. I no sap per què. És amistat a primera vista. Entre vermellors i esternuts, es fan inseparables. Però un dia la família de l’Arnau es muda…
La prosa i el llapis del mestre Sempé s’uneixen en aquest deliciós i delicat himne a l’amistat.
«No crec que els meus personatges siguin minúsculs. Potser és el món, que és massa gran.» SEMPÉ

Jean-Jacques Sempé (o sencillamente Sempé, como firma su obra) se trasladó a un París que siempre le había fascinado con dieciocho años, donde trabajó como repartidor de vino. No obstante, sus ilustraciones estaban llamadas a colonizar las bibliotecas infantiles de todo el mundo, y no tardó en aparcar la bicicleta que usaba para los repartos. Sus primeros pasos como ilustrador vinieron de la mano de revistas y periódicos franceses como Paris Match y L’Express, que encontraron en sus caricaturas el vehículo perfecto para la crítica y la sátira social. Sus acuarelas, revestidas de lirismo y aparente sencillez, terminaron por traspasar las fronteras del periodismo galo para recalar en lo literario, y hoy cuenta con más de cuarenta libros a sus espaldas. Mención especial merecen Catherine (Blackie Books, 2014), que firmó con el premio Nobel Patrick Modiano, y las desternillantes peripecias de El Pequeño Nicolás, el personaje que creó junto a René Goscinny y que ha sido traducido a más de treinta idiomas. Pero Sempé es un dibujante maravilloso que también escribe historias maravillosas. Como esta, Marcelín, sobre un niño que no puede evitar sonrojarse. Tal vez le pase lo mismo a su creador, quién sabe, pues en una ocasión aseguró: «Dibujo mis propias debilidades».