Año 1924. La Comisión de fronteras debe decidir por dónde pasará la línea entre Irlanda del Norte y la República Irlandesa. Tienen prisa: se hace de noche y los pubs están a punto de cerrar. Quieren tomarse una pinta, así que entre todos cogen un gran lápiz y trazan una raya. El azar quiere que pase justo por encima de un pueblo llamado Puckoon.
En concreto:
• Por el Santo Bebedor: las cervezas serán más baratas en una punta del pub que en la otra.
• Por el cementerio de la iglesia: los muertos tendrán que renovar permisos y cruzar una aduana para descansar en paz.
• Por las calles del pueblo: una pantera negra se ha escapado de un circo ambulante.
• Por las casas privadas: en sus tejados podrían esconderse militantes del IRA.
Dan Milligan intenta entender todo esto, pero no le resulta fácil. Todo tiene muy mala pinta. Todo el mundo quiere hacerle la vida imposible. Incluso el autor de esta sátira explosiva (por sus risas y sus bombas) y despiadada (muy aplicable a conflictos de hoy).
Un clásico del humor británico, una de las novelas favoritas de David Bowie y de los Monty Python.
«Modernísimo, loco y absolutamente revolucionario.» JOHN LENNON
«Maravilloso, salvaje y disparatado.» TERRY GILLIAM
«Uno de mis libros favoritos.» DAVID BOWIE
«Personajes cómicos soberbios lidiando con increíbles problemas en la frontera irlandesa.» The Observer

Spike Milligan es, sin duda una figura clave del humor británico y, por extensión, del mundial. Edie Izzard lo definió como «El padrino de la comedia alternativa» y los Monty Python lo citan siempre como una de sus influencias más cruciales ( John Cleese llegó a afirmar: «Milligan es el gran dios de todos nosotros»).
Milligan creció en la India británica, su padre era un capitán del ejército, hasta que se mudó al sur de Londres a los 12 años. Ya desde muy joven tocó la corneta y descubrió el jazz, además de implicarse políticamente en las juventudes comunistas.
Cuando fue llamado a filas para combatir contra el nazismo, empezó a escribir e interpretar gags cómicos como parte de los conciertos para animar a las tropas. No fue lo único que hizo: también sirvió en artillería y en el departamento de bombarderos en campañas norafricanas e italianas. Acabó hospitalizado después de que una bomba detonara demasiado cerca.
Ahí empezó su verdadera carrera. Lo hicieron especialmente conocido ideas como The Goon Show, el show radiofónico que creó con otros nombres como Peter Sellers, precursor de gran parte de la hilarante comedia británica de tintes surrealistas. La presión de ser así de brillante le costó desarrollar crisis nerviosas y convertirse en maniaco-depresivo.