Para ser un buen oso hay que saber trepar a los árboles, pescar, dar paseos largos y dormir la siesta. Eso dice el abuelo.
¡Pero ser un buen oso es tan aburrido!, piensan los pequeños Ronald, Donald, Harold y Sam. El abuelo dice que sus malabares, saltos en el aire y trucos de cuerda son una pérdida de tiempo, pero tal vez se equivoque.
A lo mejor ser un buen oso tiene más que ver con divertirse y ayudarse que con valerse solo. Y los pequeños oseznos, todos juntos, estarán encantados de enseñárselo.
«Me inclino ante Lobel. Es mi héroe.» JULIA DONALDS, autora de El Grúfalo.

Nació en California en 1933, y pese a que su infancia fue dura porque sufrió bullying, pronto encontró un antídoto eficaz: encerrarse en la biblioteca pública y leer libros ilustrados. Aquellos libros le acompañaron toda la vida: en sus posteriores estudios de arte, en sus amistades y hasta en el matrimonio (conoció a Anita Kempler, escritora e ilustradora, en la escuela de Arte, y juntos trabajaron en el mismo estudio). Tuvieron dos hijos, para quienes publicaron muchos libros juntos. Algunas de las obras de Lobel son hoy clásicos indiscutibles del libro ilustrado: Sapo y Sepo, esos amigos inseparables en infinidad de aventuras, Sopa de ratón, donde ese roedor atrapado en una olla cuenta historias para que la sopa salga deliciosa, y este Los osos del aire, en el que dos generaciones de osos llegarán a un acuerdo en cómo debe vivirse la vida. Quizá la mejor cualidad de la obra de Lobel sea lo metafórica que resulta, la infinidad de lecturas distintas que despierta conforme se regresa a ella en distintos momentos de la vida. En sus libros siempre hubo amor, y mucho, porque le tocó vivir en una época en la que otros dictaban cómo y a quién se amaba, por eso no confesó a su familia su homosexualidad hasta pocos días antes de su muerte, en 1987. No podemos arrastrar a Lobel hasta nuestro tiempo para que pueda amar libremente, pero sí honrar su obra y su figura publicando la que para nosotros es una de sus obras más tierna, mágica y llena de sabiduría.