«Mundo maldito, llévame a mí si quieres que ya estoy podrida de todas formas pero no me chafes a Alberto, a Alberto déjamelo tranquilo dando saltos en su casa vestido de gato, déjamelo que haga dibujos, que plante árboles, que baile, no le des sustos, no le des una pandilla que le ponga retos crueles, que se escape, que no se haga mayor como un cadáver dentro de un cuerpo grande con el que sea imposible volver a comunicarse, que no se queden sus huesitos arrojados en el interior de un tonto que monte un negocio vinculado con el diablo y se pase las jornadas firmando papeles y hablando con despotismo. No me pudras a este niño, mundo asqueroso, solo te pido eso, asústame a mí, enférmame, tortúrame, échame a una zanja y que nunca me encuentren, hazme daño a mí y a este niño que nada lo vuelva malo.»
Lali tiene que hacer prácticas de magisterio, pero olvida echar la instancia. Cuando descubre que le han asignado un colegio de monjas ya es demasiado tarde. Sin embargo tendrá que superar el miedo y aprender que también esos niños necesitan lo mejor de ella, que también el amor se desvanece, que también los adultos incumplen las promesas expedidas.
La autora del éxito Vozdevieja, Elisa Victoria, se consolida con El Evangelio como una de las mejores escritoras de su generación.

Elisa Victoria estudió Filosofía y Magisterio Infantil, ha publicado las novelas Vozdevieja (Blackie Books, 2019), El Evangelio (Blackie Books 2021) y los libros El quicio (Bruguera, 2021), Porn & Pains (Esto no es Berlín, 2013) y La sombra de los pinos (Esto no es Berlín, 2018). Su obra ha sido traducida a varios idiomas y reseñada en The New York Times, The Guardian, Granta o Babelia. Ha colaborado en multitud de medios como Kiwi, Tentaciones, El Salto, Vogue, Verne, Vice o La nueva carne. También ha participado en numerosos fanzines, antologías, fotolibros, obras teatrales, conferencias y talleres de escritura creativa. Le encantan los cómics, los cachorros humanos, los animales de todas las edades, la música electrónica, los limones, las muñecas Chabel y el frío. Se suele decir de ella que es atea pero no es verdad. Ahora mismo está terminando este libro en la cama con un gato sobre las piernas y pom, ya lo tienes publicado en las manos y lo estás leyendo tranquilamente cuando pam, ya se ha muerto y junto a su nombre no hay una fecha sino dos. Te manda saludos desde el pasado, saludos desde el futuro, saludos desde todas partes.