«Bueno, mira. Que me detengan. Sí, maté al pajarillo. A ver, por favor, que soy UN GATO. ¿Qué se supone que tengo que hacer ? Vale, vale. A lo mejor me pasé arrastrándolo y dejándolo en la alfombra. Porque lo mismo las manchas no salen ya nunca. Lo dicho, que me detengan.»
Tuffy se considera un gato normal y corriente. Por eso no entiende por qué, cada vez que entra por la gatera con un animalillo en las fauces, su familia monta un drama. Mejor dicho, un dramón. ¡Pero si es un gato! ¿Qué es lo que esperan de él? No piensa cambiar, eso lo tiene claro.
Pero un día arrastra a Tambor, el conejo de los vecinos, hasta la alfombra de casa, el pánico cunde y todo se descontrola. Ahora sí que se ha metido en un buen lío… ¿Conseguirán solucionar entre todos el desastre?

Nació en Inglaterra en 1947. Desde niña fue una enamorada de los animales, lo que puede verse en toda su obra infantil, plagada de mascotas desastrosas, encantadoras y divertidísimas. Anne aprendió a leer prontísimo, lo que la llevó a devorar muchos libros. Tardó un tiempo en lanzarse a escribir, aunque luego ya no paró: hoy más de cuarenta títulos la avalan como una de las escritoras inglesas más importantes y admiradas en la literatura infantil. Sus señas de identidad son la comicidad perversa, los escenarios tragicómicos y la ironía brillante.Como el gato asesino de este libro, todos sus personajes conducen a la carcajada. Por eso Tuffy ha llegado a más de treinta países, desde donde sigue desesperando a sus dueños y enamorando a sus pequeños lectores