Escribí este libro en 2008. Lo escribí porque echaba de menos a una chica. Nos conocimos en un intercambio escolar pero luego se esfumó. Pasamos un tiempo escribiéndonos cartas y poco a poco fuimos perdiendo el contacto.
Entonces tenía 16 años y tecleé estas líneas sin saber que diez años después lo leería alguien como tú, así que me da un poco de reparo enseñar este texto lleno de rabia, lágrimas y amor adolescentes.
Recuerdo el día en que un editor americano me escribió diciéndome que quería publicarlo. Mi madre, que ahora está muerta, por fin pudo sentir que todas las pellas que hacía su hijo para escribir en la biblioteca habían servido para algo.
Este libro, que surgió de un momento muy duro para mí entonces, es el origen de todas las cosas buenas que me han pasado en la vida. Te recomiendo que lo leas en una noche en la que sientas que no hay nadie para ti en este planeta.
Este libro, que surgió de un momento muy duro para mí entonces,
es el origen de todas las cosas buenas que me han pasado en la vida.

Ben Brooks tiene veinticinco años y vive en Londres. Con apenas diecisiete años escribió Crezco, la obra que lo convirtió en autor estrella de la narrativa anglosajona. Poco después llegó Lolito, que terminó por consolidarlo como una de las voces más importantes también en nuestro país. Con Hurra, inédita en su lengua de origen, alcanza la madurez literaria y nos habla con descarnada crudeza de las grandes cuestiones universales: el amor, la muerte y el abandono de los lugares seguros en el asalto a lo desconocido. Brooks es hoy el referente de toda una generación de lectores y el relevo de la literatura más controvertida y provocadora del siglo XX.