Durante generaciones, muchas familias de ratones han construido sus hogares entre las raíces y los troncos de los árboles del Seto de las Zarzas, un frondoso paraíso de mil colores entre los campos llenos de luz al otro lado del río.
Los ratones del Seto de las Zarzas andan siempre muy ocupados. Cuando hace buen tiempo, recogen flores, fruta, bayas y nueces en los campos que los rodean, y preparan mermeladas y conservas deliciosas que guardan en el Almacén del Tronco para los meses de invierno.
Pero, aunque los ratones trabajan mucho, también encuentran tiempo para divertirse. A lo largo del año, celebran los días señalados con fiestas y banquetes, ya sea un cumpleaños, una boda o la llegada de la primavera… Lo importante es encontrar una oportunidad para juntarse y pasarlo bien.

Nacida bajo el nombre de Gillian Gaze, Jill llegó a las bellas artes por casualidad: a los trece años de edad sufrió un accidente y como consecuencia un desprendimiento de retina. Apartada de las clases de educación física en el colegio, aprovechó ese rato para desarrollar su talento artístico. Años más tarde, su pareja la animó a que plasmara su interés en el mundo natural y las artesanías en una historia, que fue elaborando en los viajes en tren a la escuela de arte. Tras cinco años de investigación comenzó a crear a principios de la década de 1980 los cuentos de El Seto de las Zarzas, su obra más celebrada y popular. La autora falleció en 2017 tras una larga enfermedad.