Els nens són especialistes a fer preguntes aparentment senzilles que en realitat són ben difícils de respondre.
Per què la balena té la gola que té?
Per què el camell té el gep que té?
Per què el rinoceront té la pell que té?
Sovint l’única resposta possible es troba en la fantasia. Sobretot en la dels més petits. Rudyard Kipling va escriure aquests contes sobre animals per a la seva filla Josephine, i els hi explicava abans d’anar a dormir. No van ser recopilats i publicats fins passats uns anys, el 1902. Avui els Contes fil
per randa són tot un clàssic de la literatura infantil. Meravellosament repensats per Elli Woollard, brillantment traduïts per Miquel Desclot i bellíssimament il·lustrats per Marta Altés, petits i grans somriuran cada cop que obrin aquest llibre màgic.

Considerado como uno de los grandes escritores británicos, Rudyard Kipling nació en la India en 1865. Vivió allí hasta los seis años, edad a la que fue enviado a Inglaterra para seguir sus estudios. De niño había aprendido a hablar el hindi como segunda lengua y concibió un amor que nunca le abandonó por la tierra en que había nacido. Sus Cuentos de así fue se publicaron por primera vez en 1902 con ilustraciones del propio Kipling. Siguen publicándose todavía hoy por la misma editorial británica y se consideran un clásico universal de la literatura infantil.
Las inimitables narraciones de animales que forman el libro fueron relatadas originalmente por Kipling a su hija Josephine como cuentos para antes de dormir. A Josephine le gustaba que su padre le contara cada historia exactamente del mismo modo cada noche, sin cambiar una coma, porque pensaba que esas historias eran reales y quería escucharlas tal y como habían sucedido. Tal y como fueron. Razón por la que quedaron recogidas bajo el título Cuentos de así fue.
Estos cuentos son sobre todo un homenaje del autor a su adorada hija, que murió de pulmonía cuando tenía solo siete años, tres antes de que el libro se publicara por primera vez. Estas imaginativas historias, que cuentan cómo los animales adquirieron sus rasgos más característicos, han deleitado a niños y adultos durante generaciones. Ahora han sido «reimaginadas» por Elli Woollard e ilustradas espléndidamente por Marta Altés para hacer las delicias de una nueva generación joven.