«Un aleph no es una tontería», escribe el autor refiriéndose a una de las pequeñas bodegas por las que siente la misma pasión que por el universo de las croquetas. Y podría estar refiriéndose a su libro (porque, señores, de eso hemos venido a hablar), el dromedario en el que se cifra todo. Un todo que nadie más habría imaginado, con perdón por el reclamo a esa vieja cursilería tan agradable: la literatura como creación, invención, figuración de mundos.
De modo que hay aquí muchos perros (alguno hasta escribe un diario), ensayos en forma de poema, cuentos que son fórmulas matemáticas y un «desfile de señoras vestidas de fiesta, chicos de perfil, perros peinados, borrachos impenitentes, camorristas de tres al cuarto, presentadores de televisión, inspectores de (marcas de cerveza), policías de paisano, músicos agarrados a un vaso, gitanos quecantan solos, calles iluminadas de amarillo, almas en pena, penas sin alma, filósofos prácticos y mucha gente resentida es el mundo. Sin contar con los que pasaban por aquí sin ánimo de quedarse».
Víctor Nubla vive en el barrio gitano de Gracia, en Barcelona. Cree en las regiones temporalmente autónomas y muestra un desinterés absoluto por la cultura del brunch. Empezó a dibujar antes de andar, y el descubrimiento de que letras y palabras son dibujos que explican cosas lo llevó más tarde a la escritura, aunque sea mejor conocido por sus proyectos sonoros. Hay un cóctel en la coctelería Boadas que lleva su nombre, y una vez entró al espacio del tigre del Zoo de Barcelona para colocar una placa metálica con el poema The Tiger, de William Blake. Antes de saber lo que significaba Oulipo, ya coleccionaba piezas de puzle encontradas en la calle.

Creador multifacético, es músico y compositor, escritor, gestor cultural, artista visual, creador de instalaciones sonoras y videográficas, productor de discos. Es fundador de colectivos independientes tan emblemáticos como el Laboratorio de Música Desconocida (laboratorio permanente para la investigación y el desarrollo de la experimentación sonora) y Gràcia Territori Sonor, proyecto de coordinación y potenciación de la música experimental en vivo, que promueve las músicas resultantes de la experimentación y la independencia creativa a través del festival internacional LEM en Barcelona desde 1996. Miembro fundador e integrante hasta hoy del grupo–laboratorio Macromassa. Miembro fundador de la European Experimental Composers Orchestra. Ha realizado músicas para cine y video y también para danza y teatro, arte radiofónico... Es autor de ensayos sobre la práctica musical, de diversas obras de prosa poética y de una monografía de temática culinaria. También es articulista de opinión en prensa diaria y mensual en diversas publicaciones. Cuenta con una extensa discografía (120 títulos, publicados en tres continentes), ha colaborado con un gran número de artistas de las más diversas disciplinas; cabe destacar: John Cage, Zush, Muntadas, Kasper T. Toeplitz, Pascal Comelade, Tim Hodgkinson, Carlos Zingaro, Krysztof Knittel, Albert Márkos, Hiroshi Kobayashi, Markus Breuss, Francisco López, Mark Cunningham, Jakob Draminsky, Raoul Björkenheim, Pierre Bastien,Martin Klapper, Pelayo Arrizabalaga, Henning Frimann, Isaac P. Vicente, Toni Serra, Dan Marmorstein, Per Buhl Aks, Niels Winther, Christer Irgens–Møller, Robin Storey, Tibetan Red... Su trabajo sonoro se mueve entre las músicas de improvisación y la experimentación electrónica, abarcando también el soundscape y la instalación sonora. Creador del "Método de Composición Objetiva" (MCO), un sistema para componer música con el recurso del azar, que es el tema central de Clariaudiencias, una idea de Victor Nubla desarrollada en forma de talleres y encuentros en torno a las relaciones del sonido con las otras artes y con la percepción, que se ha producido en diversos países.