La Catherine viu a París amb el seu pare i, com ell, porta ulleres. La seva mare viu a Nova York i, com ella, la Catherine vol ser ballarina. Obligada a treure’s les ulleres per ballar, la Catherine descobreix de sobte que pot viure en dos mons paral·lels i diferents: el que veu quan porta les ulleres, el món real, i l’altre, «un món de somni, tou i delicat», el que veu quan no les porta. Enfront de les rareses i els misteris dels adults, la Catherine començarà a treure profit d’aquest poder que només posseeixen els nens amb ulleres: mirar la realitat de cara… o no.
Catherine és la novel·la infantil més popular de Patrick Modiano, guanyador del Premi Nobel de Literatura 2014. L’autor firma aquesta petita obra mestra amb un dels millors il·lustradors del nostre temps: Jean-Jacques Sempé.
«Un llibre deliciós per a nens, il·lustrat meravellosament per Sempé. Una manera immillorable d’entrar en l’obra de Patrick Modiano». Le Monde

Cuando era pequeño, Patrick Modiano, Premio Nobel de Literatura 2014, paseaba solo a menudo por las calles de París. Lo hacía, como cualquier niño que deambula a solas por una gran ciudad, con una mezcla de miedo y de curiosidad, según ha relatado en ocasiones. En esa época, claro está, vivía con sus padres, pero al parecer no se ocupaban demasiado de él. Su padre, judío, tuvo que vivir en la clandestinidad y adoptar una identidad falsa durante la ocupación nazi de Francia. Se dedicaba a negocios más bien turbios. Su madre, de origen belga, llegó a París con el propósito de triunfar como actriz, pero no lo consiguió. Lo que vio Patrick Modiano en esos paseos infantiles y el mundo inestable y oscuro en el que se movían sus padres —o más concretamente el recuerdo borroso de esas primeras impresiones— están en el corazón mismo de sus libros, una treintena de obras entre las cuales sobresalen El lugar de la estrella, La ronda nocturna, Los paseos de circunvalación, que forman la Trilogía de la Ocupación; Calle de las tiendas oscuras; Dora Bruder; Un pedigrí y En el café de la juventud perdida.
También en Catherine, publicada en 1988, hay muchos de esos paseos por París, y un padre que trapichea y una madre bailarina un poco mediocre. Imposible no quedarse colgado con el apellido misterioso de su pequeña protagonista con gafas: Certitude, Certeza. En el libro se atribuye a un funcionario perezoso que no supo transcribir el complicadísimo apellido del padre de Catherine, hijo de un inmigrante del Este. Pero nos gusta más pensar que se llama así porque una de las pocas cosas que podemos saber con certeza en esta vida es que los recuerdos son siempre inciertos. En este caso, además, es también verdad que Catherine es una puerta de entrada inmejorable para los más pequeños a la gran literatura: las únicas gafas infalibles para ver el pasado.