
Maryam Madjidi
Teherán , 1980
Cuando tenía seis años su familia abandonó Irán para vivir en Francia. Allí tuvo que aprender un nuevo idioma, el francés, y hacer nuevos amigos. Le costó mucho porque era una niña tímida, pero acabó consiguiéndolo. E hizo su vida allí, en el nuevo país. Creció y estudió muchísimo, y ahora se dedica a enseñar francés a los niños que llegan de otros países. Se le da fenomenal, pues sabe lo que es no saber decir una sola palabra, y sin embargo querer decir tantas… Un día se le ocurrió que sería bonito contar su historia y, dicho y hecho, escribió el libro que tienes en las manos. En él la vemos de niña, y es dulce, nostálgico y sobre todo está lleno de aprendizaje y esperanza. Como la vida misma.